Una parte sustantiva de las prácticas y la dinámica de la acción barrial en Río Cuarto está representada actualmente por las asociaciones vecinales. Lo sorprendente de este fenómeno no es sólo su presencia relevante en la ciudad y su continuidad histórica por más de medio siglo, desde que aparecieran formalmente como "asociaciones vecinales" allá por 1954. Reconocidos estudiosos de las organizaciones no gubernamentales como Daniel Filmus y Daniel Arroyo destacan para Río Cuarto, en los tiempos actuales, la presencia de un "modelo particular de articulación entre el municipio y las vecinales". Sin embargo, existe un vacío historiográfico alrededor de la trayectoria del movimiento asociativo, a pesar de que existe un importante acervo documental que incluye petitorios y solicitudes de vecinos y comentarios reflejados en la prensa local. En respuesta a una preocupación analítica centrada en el registro histórico de ese tipo de asociaciones, este trabajo pretende indagar una modalidad de instancia participativa de los ciudadanos a partir de la práctica peticionaria y las sociedades de fomento, desde la perspectiva del discurso de la dirigencia vecinal y en articulación también con el discurso de la prensa. Todo ello en un ámbito acotado como es la ciudad de Río Cuarto, en el período inicial del movimiento asociativo barrial, esto es entre 1910 y 1932. Dicho estudio de caso merece una discusión sin duda en relación también con trabajos contrastivos sobre el vecinalismo en Argentina, un desafío historiográfico pendiente aún para los historiadores sociales.