En la madrugada del 2 de abril de 1982, tropas argentinas tomaron el control de Port Stanley, con el objetivo de recuperar la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias, Sandwich e Islas del Atlántico Sur. Así comenzó el conflicto de Malvinas, que finalizó 74 días después, el 14 de junio de 1982, cuando las tropas argentinas finalmente se rindieron.
La ciudad de Comodoro Rivadavia, ubicada al sur de la provincia del Chubut, en la Patagonia Argentina, dada su ubicación geográfica, su infraestructura y siendo sede de la IX Brigada Aérea, y de distintas dependencias de la Brigada Mecanizada IX, con su comando con asiento en esta ciudad, se convirtió con el correr del mes de abril en parte del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS) y por lo tanto, en protagonista desde un punto de vista estratégico, en la Guerra de Malvinas.
Dado el mencionado contexto y la escasa producción historiográfica que dé cuenta de las realidades regionales y locales durante la última dictadura militar, y la necesidad de profundizar la “…escasa incidencia de los estudios locales en las narrativas sobre el pasado reciente construidas en centros culturales de mayor peso y poder simbólico y material” (Lorenz, 2010, p. 126), este trabajo se propone indagar sobre las maneras en las que los habitantes de la ciudad de Comodoro Rivadavia vivieron la Guerra de Malvinas, teniendo en cuenta las continuidades y rupturas que operaron en la vida cotidiana, las voces que se expresaron públicamente y la participación ciudadana. Se pondrá en evidencia cómo los comodorenses elaboraron esa experiencia, en el marco del terrorismo de Estado y de cara a la apertura democrática, demostrando la existencia de una ciudadanía activa y partícipe en un contexto de supuesta ausencia y ejercicio de toda práctica política.
En este marco se analizarán distintas publicaciones locales y testimonios orales de ciudadanos y referentes de instituciones que tuvieron un rol protagónico en esos días.