Al tratar las implicaturas conversacionales, la lingüística pragmática se ha ocupado especialmente las "particularizadas" (Grice 1975). Por su parte, las implicaturas conversacionales "generalizadas" (ICG) parecen haber interesado más a los lógicos, al menos a aquellos que estudian el modo en que el uso del lenguaje incide en la verdad de los enunciados y en la validez de los razonamientos. El objetivo principal de este trabajo es demostrar que el concepto de ICG es más explicativo que el de "presuposición" en términos de Strawson (1963) porque permite mantener, sin artilugios formales, las relaciones básicas del cuadro de oposiciones aristotélico. En efecto, la idea de ICG está mucho más vinculada al modo en que usamos en lenguaje y al modo en que procesamos la información. Si bien el concepto de ICG parece menos riguroso desde el punto de vista formal, está relacionado de hecho con lo que queremos decir y con lo que pensamos. Se intenta dar así un argumento a favor de que los estudios pragmáticos son comunes a lógicos y a lingüistas.