La visibilización de la violencia hacia las mujeres en el escenario social, ha implicado, entre otras cosas, el traspaso del límite de lo privado. Actualmente se ha convertido en un ámbito de debate e injerencia pública, a través de instituciones estatales, medios de comunicación y organizaciones intermediarias. En el contexto nacional y local. Una de las consecuencias planteadas por las autoras lo constituye “el extrañamiento de las mujeres maltratadas en su condición de asistidas con respecto al resto de las mujeres”. Operación realizada por medio se han generado legislaciones, instituciones y recursos en gran medida producto de los debates impulsados por el activismo feminista y los movimientos de mujeres en el reconocimiento de sus derechos.
Como una primera aproximación entendiendo que esta visibilización puede hacerse inteligible si la concebimos como un dispositivo de visibilización/invisibilizaciòn de la violencia hacia las mujeres y que la misma se inscribe mediante dispositivos de poder, es de interés acercarnos, en el presente trabajo a las operaciones y mecanismos implicados en esta visualización. Esto alude a que por un lado se arroja luz sobre ciertos aspectos de “lo real” pero en el mismo proceso se producen invisibles sociales, así como, el deslizamiento y la cristalización de determinados sentidos de la violencia hacia las mujeres, cuestionados por el activismo, como son: la reducción a la condición de víctimas de las mujeres y la psicologización de la problemática. Los mismos serán analizados en la construcción de un discurso del orden por parte del Estado, como lugar de legitimación y construcción de políticas públicas considerando que no en todos los casos contribuyen a la erradicación de la violencia en un marco de transformación del patriarcado.