Tomamos para este trabajo el caso de la regional Santa Fe del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) que desde su fundación organizó las tareas de sus profesionales en dos grandes ámbitos, la investigación y la extensión, planteándose como objetivo lograr el aumento de la productividad agropecuaria a través de la tecnificación y el mejoramiento de la empresa agraria. Nuestra ponencia se propone analizar algunos aspectos de la extensión rural llevada a cabo por las estaciones de experimentación agropecuaria a través de un recorrido se inicia hacia mediados del siglo XX, cuando la relación entre el productor agropecuario y el técnico era de mutua desconfianza, donde cada actor recelaba del otro: el inmigrante europeo y sus descendientes, portadores de una cultura tradicional y los profesionales sostenedores de nuevos modos de producción agropecuarios, para luego detenernos en otras propuestas más contemporáneas como los proyectos de agricultura conservacionista (PAC) y el Pro Huerta.