En el Gran La Plata existe una serie de asentamientos informales y villas que involucran a 29.420 familias y 27.340 viviendas, aumentando en forma progresiva. Cierto sector, bajo la línea de indigencia, no cuenta siquiera con una unidad habitacional que ofrezca mínimas condiciones de habitabilidad, por lo que resulta imprescindible reflexionar y proponer soluciones de emergencia para la mejora del hábitat. Esta situación de extrema complejidad social, económica, cultural, política y técnica, requiere un conocimiento interdisciplinario, además de un intercambio y revisión permanente con los actores sociales de base: las organizaciones y los vecinos.
Implica la necesidad de diseño de un “Módulo Habitacional de Emergencia” (MHE) que tenga en cuenta los escasos medios técnicos y económicos, y el contexto socio/cultural en el que se enmarca. Se recurre entonces a la construcción en seco de una unidad flexible, sistematizada y parametriza- da, económica y de tecnología sencilla, que permita su auto-construcción. La utilización de la madera local, como recurso natural renovable y abundante en la zona, y de componentes alternativos asociados, permite: racionalización del uso de los materiales; fácil traslado y montaje; disminución de desechos; reducción de la energía incorporada (en su producción, fabricación, montaje, uso); así como, reducción de las fuentes de carbono y aumento los sumideros de carbono. El diseñar, desarrollar, implementar y gestionar tecnología orientada a sectores de alta vulnerabilidad, social implica mejorar las condiciones de vida en el marco de la inclusión social.