El texto propone una reflexión sobre la creatividad mostrando, en primer lugar, las limitaciones de las aproximaciones cuantitativas que realizan los análisis inaugurados por R. Florida sobre las clases creativas y las cualitativas que se basan en biografías. A partir de la observación participante realizada con los diseñadores de una región de España se utiliza la noción de imaginario, aunque no prestando atención a su vertiente formal (Castoriadis, Lacan) ni al contenido (Durand, Eranos), sino a su eficacia, asunto respecto al cual el esoterismo es imprescindible. Se concluye que la imaginación práctica tiene un carácter situado, deshace el sistema de distinciones que están en la base de la sociedad y cuestiona los saberes abstractos, elitistas y científicos.