La pandemia del COVID-19 puso de relieve las problemáticas estructurales en los sectores más vulnerados de la sociedad. En los barrios populares, donde una buena parte de la población resuelve su día a día realizando trabajos de la economía popular, la imposibilidad de salir a trabajar implicó una demanda creciente en los comedores populares, que en la actualidad alimentan a millones de personas en todo el país. La precarización laboral, además, impacta sobre todo en las mujeres, aquellas que le pusieron el cuerpo a la pandemia en la primera línea de batalla.