“En la epistemología de Popper son esenciales el error fructífero y la falsabilidad. ¿De qué manera, con qué fines, es posible o viable enseñar la falsedad, impartir el engaño?”, se pregunta Steiner (2005:164, 165), señalando que quienes participaron del célebre seminario de Popper de los martes por la tarde en la London School of Economics recordaban que el maestro no recibía con gusto las intervenciones críticas de sus discípulos. Ésta podría ser una contradicción más de las tantas en las que incurrimos a menudo quienes hacemos de la docencia nuestra profesión, cuando el gesto borra de un plumazo aquello que nuestras palabras intencionan. Pero no es eso lo que nos interesa profundizar aquí sino que partimos de esa pregunta inicial que formula Steiner acerca de la posibilidad de enseñar la duda, la incertidumbre o bien la afirmación de aquello que se sabe que será falseado a la vuelta de la esquina.