En este trabajo comunicaremos las nociones centrales de nuestro proyecto de tesis doctoral (Vietri et al., enviado) y los hallazgos de nuestro estudio piloto (Vietri et al., en prensa-a, en prensa-b). El objetivo de nuestra investigación es describir la emergencia de las capacidades mentalistas. Atribuir estados mentales nos permite comprender, describir y/o predecir el comportamiento propio y ajeno. Tradicionalmente, los estados mentales fueron vistos como entidades ocultas “en la cabeza”, cuyo conocimiento requeriría de mecanismos inferenciales basados en capacidades psicológicas complejas. Esta visión hace que el proceso de atribuir estados mentales sea muy demandante a nivel cognitivo y que, por lo tanto, se rechace la idea de que los bebés más pequeños puedan acceder a las mentes ajenas. Nuevos enfoques sugieren los estados mentales podrían ser percibidos en los patrones de acción realizados durante prácticas cotidianas. Estas ideas son prometedoras, ya que nos permitirían explicar la emergencia de las capacidades mentalistas desde los primeros meses de vida, sin apelar a mecanismos intelectuales. En esa línea, propusimos un modelo para abordar el desarrollo de la atribución mentalista, según el cual atribuir estados mentales consiste en la coordinación de los comportamientos en interacciones triádicas y en acuerdo a normas socio-culturales.