El presente trabajo expone de manera programática algunos puntos de vista que el autor considera especialmente relevantes en torno a la relación de tres complejos conceptuales estrecha pero oscuramente conectados: razón, acción e intereses. La discusión sobre ellos no es nueva; se remonta al primer intento filosófico de establecer con precisión la competencia dé nuestras facultades en relación con el conocimiento del mundo exterior, por una parte, y en relación con los fines y las norméis que rigen nuestra vida, por la otra, llevado a cabo por Aristóteles. Pero es, sin duda, en la época de la Ilustración cuando el debate adopta los términos con los que se nos presenta aún a nosotros mismos.