Las estrategias de intervención que se implementaron en el curso de Microbiología II de la FCV-UNLP, son consecuencia de un proceso de reflexión de las prácticas docentes, a partir de las cuales se consensuaron, entre otras cosas, que la docencia universitaria va más allá de la simple transmisión de conocimientos y experiencias profesionales y que el principal rol como docentes radica en acompañar a los estudiantes en su proceso de construcción del conocimiento. El estudiante fue centro del proceso de aprendizaje, construyendo o reconstruyendo su conocimiento de forma activa. Se plantearon experiencias de aprendizaje en las que los estudiantes “hicieron”, pudiendo comprobar o cuestionar la viabilidad de conocimiento y comprensiones. Se promovió el proceso de “elaboración”, como actividad cognitiva; la cual, jugó un papel importante en la activación de las estructuras del conocimiento previo y ayudó a relacionar la nueva información con el conocimiento preexistente. Las estrategias que se implementaron para lograr este fin fueron las de resolver guía de actividades, lectura e interpretación de trabajos científicos, elaboración de documentos tipo mapa conceptuales. Se consideró el aprendizaje autodirigido, como método de organización de la enseñanza y el aprendizaje, donde las actividades estuvieron bajo el control de los estudiantes; debieron ser capaces de asumir responsabilidad para su propio aprendizaje.
Fue un proceso colaborativo: en la construcción del conocimiento, se identificó como uno de los aspectos clave la interacción con otros. Los cambios constantes en los conocimientos y tecnologías que se aplican en medicina veterinaria, hace evidente la necesidad de avanzar en la investigación educativa, ayudando a innovar en ese campo y tomar cada vez más conciencia de la necesidad de cambiar los enfoques formativos.