Las fortalezas más consistentes de este proyecto se cristalizan a la hora de brindar herramientas a los miembros del taller, que les permitan apropiarse de un modo activo de las prácticas de la lecto-escritura. Para esto, establecimos un encuadre de nuestros encuentros en el que se explicitaron ciertas cuestiones referidas a la dinámica de funcionamiento de las clases en lo que hace, fundamentalmente, a la circulación de la palabra y a la transmisión del conocimiento. Nuestro objetivo se centró en que los destinarios de nuestro taller pudieran construir y establecer ciertas normas de convivencia a la hora de intercambiar ideas que facilitaran una situación didáctica favorecedora de la puesta en común de la palabra.