Seguramente mi presencia en esta mesa se debe, más allá de las afinidades o las amistades, a algunos escritos sobre los usos del concepto de genocidio en el movimiento por los derechos humanos en Argentina. Pero en esta ocasión no quería repetir expresamente esos planteos sino enlazarlos con otras cuestiones que tienen que ver básicamente con la manera en la cual construimos categorías y para que las construimos, o sea para que tipo de usos construimos conceptos orientadores en las disciplinas socio-históricas. Por eso en el título de esta intervención los usos del concepto del genocidio tienen que ver con el problema de la formación de categorías de esas disciplinas.
El punto de partida que tomo es, de alguna, manera la situación del término en el entramado de significaciones actuales sobre el pasado reciente. Podríamos decir que el vocablo “genocidio” adquirió en la practica el status de definición oficialmente admitida en la Argentina, para referir al periodo de terror de estado en los años de 1970 y en especial a la política represiva de la última dictadura, y que conforma un núcleo no siempre claro de representaciones sobre ese pasado para amplios sectores políticos y sociales.