A pesar de los muchos siglos de historia escolar todavía existen, hoy en Francia, grandes desigualdades sociales en relación al dominio de lo escrito (lectura y escritura). La constatación es muy cierta. Por cierto -desgraciadamente-, esto no es sorprendente para los sociólogos de la educación que desde hace varios decenios miden el acceso diferenciado a los saberes escolares, así como a las obras e instituciones culturales. Su evidencia es tal que a ningún demócrata le puede parecer aceptable esta desigualdad de acceso a instrumentos tan fundamentales de la cultura. Pero esta comprobada desigualdad, ¿está directamente relacionada con los discursos públicos (mediáticos, políticos o "científicos") acerca del "iletrismo" de los franceses que florecen desde hace más de quince años? Por cierto, podría creerse que los discursos acerca del "iletrismo" solo expresan una realidad social objetiva o se limitan a acompañarla. Sin embargo, las cosas no son tan simples. Para poner en entredicho una evidencia tan engañosa, es necesario remontarse a la historia de estos últimos veinte años.