Las concepciones pedagógicas clásicas se complacían en oponer el instinto a la inteligencia, de acuerdo a las doctrinas psicológicas de la era prefreudiana. Tal oposición identificaba a la actividad instintiva con la brutalidad animal y suponía que la educación humana debía basarse en una especie, de metafísica intelectual con prescindencia de los instintos. Actualmente las teorías pedagógicas giran alrededor de la teoría de los instintos y tienden a alcanzar lo que se ha dado en llamar "equilibrio instintivo”. Concepto que, por otra parte, es difícil de definir y que puede considerarse de manera diferente según la noción que se tenga de la vida instintiva.