La búsqueda de niveles más altos de vida colectiva ha inducido a la mayoría de los países latinoamericanos a preocuparse con programas de investigaciones y “surveys” tendientes al conocimiento más exacto y al análisis sistemático de la situación y las posibilidades de cada coyuntura económico social, para entonces planificar el desarrollo respectivo.
Las Naciones Unidas, por intermedio de sus organismos especializados, principalmente la CEPAL y la UNESCO, han contribuido a la nueva actitud de los gobiernos y sus agencias nacionales. Los estudios y los informes de aquellos organismos abrieron nuevas perspectivas a la acción administrativa de los Estados de la región.