La colección de cartas que conforman Les Liasons dangereuses (1782) de Choderlos de Laclos responde a la tradición de la novela epistolar de fines del siglo XVII, de gran fecundidad en el siglo posterior y hasta principios del XIX. El género se había nutrido, por un lado, de la literatura llamada de relación, cartas de relatos y observaciones de viajes a países lejanos; y por otro, de un uso más íntimo de las cartas, ligado a la vida privada, que prolongaba el arte de la conversación y la galantería de las clases altas. Por otra parte, el género evolucionó de lo simple de una sola voz hasta una compleja polifonía como en la obra a la que nos referimos. Laclos manifiesta su deuda con las grandes novelas epistolares de la generación anterior en numerosas citas de la Nouvelle Héloise o de Clarisse que hacen sus personajes, pero las variaciones que realiza este último en el tratamiento del instrumento epistolar presentan un particular interés.