En la Tesis de Grado Sobre el cuerpo sin órganos. Homenaje a Gilles Deleuze y Felix Guattari se trabajó la noción de cuerpo sin órganos inaugurada por Antonin Artaud en la emisión radiofónica titulada Para acabar con el juicio de Dios y desarrollada por Deleuze y Guattari a lo largo de su obra.
Se plantea al cuerpo sin órganos como la vida no orgánica, es decir, la vida no organizada que se escapa de los estratos, de los agenciamientos, que se opone a la organización del cuerpo llamada organismo. Un cuerpo sin órganos puede ser cualquier cosa: una multitud, un estado mental, una pintura.
En Francis Bacon: la lógica de la sensación (Deleuze, 1981) el autor nombra la obra de Bacon como un cuerpo sin órganos. Plantea que este es un cuerpo intensivo que es recorrido por una onda que le traza los niveles o los umbrales en relación a la variación de su amplitud, entonces el cuerpo ya no tiene órganos sino umbrales o niveles. En el encuentro de una onda de tal nivel con una fuerza exterior, aparece una sensación. El órgano, que es un órgano provisorio, estará determinado por este encuentro y durará lo que el pasaje de la onda y la acción de la fuerza, que luego se desplazarán para asentarse en otra parte.
Aquello que inhibe al cuerpo sin órganos es la estratificación: al contrario del organismo el CSO está dado por diversas fuerzas e intensidades que se manifiestan en diferentes momentos. Ahora, sin un elemento que las ordene, estas intensidades se darían al unísono y se anularían, no habría posibilidad de un cuerpo sin órganos.
Esto es muy claro en la pintura como CSO: para que pueda haber una lectura de las diferentes intensidades que la atraviesan, necesitamos un elemento ordenador, una estructura.
En esta serie se realizó la construcción de cuerpos sin órganos mediante la producción de imágenes que plantean niveles de diferente intensidad atravesados por diversas fuerzas, todas ellas enmarcadas en una gran estructura general que las sostiene. Estas fuerzas se dan a través del espacio lleno y vacío, el plano monocromo en contraposición a la expansión del color, las tensiones internas de las figuras en relación con las tensiones de su entorno, el ritmo y la apertura de la forma. El espacio tridimensional y el plano pleno funcionan también como grandes elementos estructurantes, que ordenan al cuerpo sin órganos y permiten la pervivencia de las diferentes fuerzas que lo atraviesan.