El síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) es el responsable de la pandemia de COVID-19 (coronavirus disease 2019). Los diferentes análisis realizados hacen suponer que se originó a partir de coronavirus de murciélago; sin embargo, aún se desconoce el animal que podría haber actuado como intermediario. Los coronavirus son una preocupación en salud pública por su potencial zoonótico, capaz de causar nuevos brotes de enfermedades. La diversidad genética, debida a la alta frecuencia de mutación y los eventos de recombinación, probablemente esté relacionada con la variedad de hospedadores. Este hecho plantea la necesidad de realizar el monitoreo de animales para determinar el posible rol que cumplen como hospedadores naturales, vectores o reservorios del virus, permitiendo evaluar la dinámica de la infección y considerándose una herramienta fundamental para la vigilancia epidemiológica. Hasta el momento, se han reportado detecciones de infección en felinos, caninos, hurones y visones, lo que demuestra que varias especies de animales son susceptibles al SARS-CoV-2. Asimismo, se reportó la presencia de anticuerpos específicos en sueros de caninos y felinos. El objetivo de este trabajo fue detectar la presencia de SARS-CoV-2 en mascotas que habían estado en contacto estrecho con sus dueños, previamente confirmados como COVID-19 positivos.