Se presenta una experiencia de la practica arqueologica llevada a niveles escolares, con alumnos en riesgo de un colegio de la ciudad de Puerto Deseado (Santa Cruz, Patagonia Argentina), con dos objetivos: incentivar por medio la practica compartida, la incorporacion al conocimiento, de la Arqueologia, la concepcion del resto arqueologico como bien cultural y el valor patrimonial del pasado; y, motivar a grupos escolares en riesgo a adquirir una respuesta aulica positiva. Se discuten las acciones y resultados y se toma el ejemplo como modelo para una discusion critica sobre la Arqueologia publica y social pretendida por el grupo de investigacion.