En los últimos siglos la región metropolitana de Buenos Aires no solo ha sufrido grandes modificaciones y pérdidas de entornos naturales, sino también profundos e irreversibles cambios sociales e históricos que concluyeron con la desaparición de sus habitantes originarios. Para poder conocer cómo vivían los pueblos indígenas en la zona donde hoy se emplaza la Capital Federal y sus alrededores, debemos estudiar los conjuntos arqueológicos y los escritos de los primeros europeos que arribaron al Río de la Plata. A partir de las investigaciones iniciadas en el siglo XIX, los materiales arqueológicos hallados en Buenos Aires y los partidos aledaños fueron atribuidos a los indígenas que describieron los exploradores que llegaron desde el Viejo Mundo. Con estos materiales, sobre todo en base a la decoración, forma y función de los recipientes de alfarería, se intentaban identificar a dos grupos étnicos con economías distintas que aparecían en los documentos de la conquista habitando diferentes ambientes: los cazadores de las llanuras denominados querandíes o los agricultores guaraníes de las islas del Paraná. Las fuentes escritas señalan que el área también fue ocupada y recorrida por los charrúas y distintas parcialidades de los chaná-timbú (chaná, mbeguá, chaná-mbeguá), aunque en general estas poblaciones no trataron de ser reconocidas en el registro arqueológico.