La Pedagogía como todas las ramas del saber, ha evolucionado; el carácter dogmático impuesto por la escuela clásica ha desaparecido para dar paso á su genio eminentemente positivista. Y no podía ser de otra manera desde que la Sociología, á la cual está ligada, aspira á constituirse como ciencia y desde que la Psicología, ciencia del espíritu, le ha facilitado sus mejores elementos. No es posible prescindir hoy del estudio de la mente del niño, pues se corre el grave peligro de infantilizar ó rutinizar la enseñanza. Esta verdad, sin embargo de ser reconocida desde épocas antiguas, no ha podido incorporarse á la didáctica sino en nuestros tiempos, es decir, cuando la Psicología ha dejado de ser vasalla de la Metafísica.