A través de su libro La política cultural de las emociones Ahmed nos demuestra que las emociones implican esfuerzo y trabajo histórico; cumplen un rol fundamental en la construcción de los cuerpos y su alineaciones (sentir lo correcto en el momento correcto). El feminismo nos permite ver desde otro lugar la regularidad del mundo social. Serán la incomodidad y el asombro los que nos muestran que los mundos sociales son el resultado de un proceso histórico y por lo tanto, que ese mundo es contingente. Hubo esfuerzo y trabajo para que sea así, pero puede ser de otra manera.