Desde una visión del plano fónico enmarcada en la Fonopragmática (Hidalgo Navarro, 2009, 2014) y, en coincidencia con Cuadros Ríos (2014) sobre la relevancia comunicativa de la duración segmental en la generación de sentidos, nos proponemos ahondar en el estudio del alargamiento segmental y sus instrucciones pragmáticas.
La Fonopragmática es una disciplina específica propuesta por Hidalgo Navarro (2009, 2014). En ella se aborda el estudio de todos los fenómenos fónicos a nivel segmental, suprasegmental y paralingüístico; fenómenos, como se sabe, capaces de modalizar nuestras emisiones.
En este trabajo, hemos iniciado la exploración de los alargamientos segmentales y hemos esbozado una taxonomía que da cuenta de estas huellas fónicas como recursos lingüísticos que funcionan en dos dimensiones:
- como operadores con efecto sobre la fuerza expresiva,
- como operadores con efecto sobre la dinámica discursiva.
Es sabido que cada segmento del habla tiene una duración inherente que le es propia y una duración combinatoria que depende de su entorno fónico. Sin embargo, en lenguas como el español en que el alargamiento segmental no representa un rasgo distintivo en el sentido del estructuralismo praguense, los segmentos pueden también alargarse por otras cuestiones. En este caso, este fenómeno es considerado y descripto como un rasgo fónico propio de la función expresiva o apelativa aunque también sociolingüística, idiolectal y de identificación individual. Es sobre este tipo de alargamientos que centramos nuestra atención; luego de llevar a cabo un análisis cuantitativo de los contextos fónicos, exploraremos los valores pragmáticos que subyacen en diversos casos extraídos de conversaciones coloquiales. Pretendemos así mostrar la relevancia de estos mecanismos fónicos suprasegmentales en el lenguaje hablado espontáneo y aportar al avance de la interfaz fonopragmática.
Este trabajo se organiza sobre la creencia de que en la emisión de la voz en español, el alargamiento de los segmentos puede generar unidades de sentido no estrictamente fonológicas pero sí con un alto y evidente rendimiento pragmático, discursivo y expresivo. Así, coincidimos con Cuadros Ríos (2014) en que no hay rasgos fonológicos no pertinentes, sino que todos son relevantes: ya que no solo posibilitan la de/codificación en la comunicación sino que también permiten expresar valores comunicativos y generar, así, significados diferentes.