Método:
Participantes
Diez hablantes nativos femeninos de español rioplatense (rango etario = 18-30 años) participaron de este estudio. Todos los participantes nacieron en Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina. Los hablantes nativos eran estudiantes o graduados de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP). Ninguno de ellos reportó problemas en el habla o la audición en el cuestionario que completaron al comienzo del experimento.
Materiales
Los hablantes nativos de español produjeron 54 vocales en sílaba tónica y átona en posición final de palabra. Las palabras aparecieron en dos contextos diferentes: aisladas en una lista de palabras vs. oraciones dentro de un texto. Las vocales estaban precedidas por las consonantes oclusivas sordas /p, t, k/. En este trabajo solo reportamos los resultados de las vocales tónicas en general, sin analizar los efectos del contexto fonético (/p, t, k/) ni de la tarea (lista de palabras vs. texto).
Procedimiento
Se grabó individualmente a los hablantes nativos en un aula silenciosa de la UNMdP. Para la grabación, se utilizó un micrófono Pure Audio NC-1 85VM USB PC (Andrea Electronics) conectado a una computadora portátil, y el software Andrea Electronics AudioCommander. Los participantes realizaron dos tareas: primero, leyeron un texto, una adaptación de la fábula de Esopo “El gallo, el oso y la pantera”, y luego, una lista de palabras. Las tareas fueron presentadas en formato papel. Antes de la grabación, se les indicó a los participantes que leyeran el texto y la lista en silencio y luego se les solicitó que leyeran ambas en voz alta de la manera más natural posible.
Análisis acústico de los datos
Se midieron el F1 y el F2 de las vocales tónicas /a e o/ del español rioplatense en tres puntos temporales equidistantes, que corresponden al 25%, 50% y 75% de la vocal. De un total de 250 vocales (25 vocales (/a/= 8; /e/= 6; /o/=11) x 10 sujetos) se analizaron acústicamente 245 vocales. Se descartaron 5 porque el acento léxico se produjo en la sílaba equivocada y porque los formantes no resultaron claros.
El análisis acústico se realizó con el software Praat (Boersma y Weenink, 2014). El comienzo de la vocal se midió desde el comienzo de la periodicidad luego de la explosión de la consonante oclusiva. El final de la vocal se localizó en el punto en donde la amplitud disminuyó significativamente (Fox y Jacewicz, 2009; Jacewicz, Fox y Salmons, 2011). En los casos en los que la vocal final estaba seguida de una palabra que comenzaba con vocal, se ubicó el final de la vocal en el punto en el espectrograma en donde el primer formante de la segunda vocal ascendía.