La Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), durante años, fue el agrupamiento más grande de los espacios que organizaron al sujeto de la Economía Popular (EP). El 21 de diciembre del año pasado se “auto-disolvió” dando vida, junto a otras organizaciones, a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Este nuevo espacio expresó un salto cualitativo en términos de agrupamiento sindical del sector, uniendo a las organizaciones más masivas de la EP. La CTEP, previamente, permitió difundir la EP asumiendo a quienes realizaban alguna de sus actividades como trabajadores y trabajadoras. De esta forma, transformó a un colectivo de personas y actividades invisibilizadas en un actor político-sindical relevante. En su recorrido, desde el nacimiento en mayo del 2011, la disputa por la definición identitaria ha sido un eje vertebrador de la experiencia organizacional. Actualmente existen múltiples representaciones sobre la EP y quienes son parte del sector. Diversos sectores de poder vienen desplegando visiones estigmatizantes, criminalizadoras hablando de “planeros” o “vagos” por citar solo dos conceptos. Replicando, (re)produciendo estas lecturas, los medios de comunicación masivos cumplen un rol central. Asimismo, estas miradas son apropiadas por amplios sectores de la sociedad. Frente a tal situación, quienes se organizaron en la CTEP han debido desarrollar una “disputa cultural” sobre su identidad, en la cual, la definición de sus actividades fue una cuestión vital. En primer lugar, buscando el reconocimiento de sus actividades como trabajo. Desde la Confederación, en medio de esa disputa, se afirmó que la economía popular reúne a trabajos que parten de diversos procesos económicos, en condiciones de marginalidad, anclados en la cultura popular con medios de producción accesibles, o sea que no son propiedad de ningún capitalista. En el presente texto, entonces, se buscará poner en común las diversas visiones en cuestión dando especial lugar a la voz de los y las protagonistas, pero problematizandolas y poniéndolas en contraste con otras miradas.