La producción de cerveza, la bebida alcohólica mundialmente más consumida, conlleva la generación de residuos sólidos, como el bagazo de malta y las levaduras floculadas. Estas últimas, de elevados valor nutritivo y carga orgánica, suponen un problema de descarte para los cerveceros artesanales, que impone costos de pre-tratamiento inasequibles para el sector. Esta investigación propone la revalorización del residuo de levaduras cerveceras (RLC) como aditivo para la alimentación avícola, a partir del estudio de sus propiedades tecnológicas y probióticas.