En el presente trabajo analizamos y reflexionamos sobre los pañuelazos blancos y verdes que se realizaron en Argentina entre los años 2017 y 2018 desde la perspectiva del cuerpo, la memoria, la performance y el ciberactivismo visual. Luego de una breve genealogía de los pañuelazos, que se remonta a las primeras políticas visuales de las Madres de Plaza de Mayo en 1977, pudimos comprender que la relación entre los pañuelazos blancos y los verdes en Argentina es directa. En este sentido, rastrearemos aquellas continuidades de lucha entre las Madres de Plaza de Mayo y las pioneras en la lucha por los derechos de las mujeres. A su vez, las acciones performáticas de las Madres funcionan como matriz de las políticas visuales tanto a nivel nacional como internacional. Esto implica que las demás organizaciones o movimientos sociales que reivindican los derechos humanos dentro del país, en este caso los derechos de las mujeres en relación a la interrupción voluntaria del embarazo, van a tomar estas prácticas como modelo a seguir sumando su propia impronta. Esta relación se hace presente entre el ciber-pañuelazo blanco que organizan las madres en 2017 contra el “2x1” a los genocidas y los ciber-pañuelazos verdes que se dieron en 2018 frente al Congreso de la Nación Argentina por el reclamo de la aprobación del proyecto sobre aborto legal, seguro y gratuito. Estudiamos a estos ciber-pañuelazos como nuevas formas de hacer política visual de manera masiva y mediática a partir del uso para su producción y circulación de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).