La cerveza artesanal es considerada como un alimento y su método de elaboración, tiene escasa normativa y ausencia de legislación referida en el CODEX Alimentarius. Su producción, comercialización y consumo, ha generado cadenas complejas de relaciones entre los diferentes actores: productores, intermediarios y consumidores.
En el presente trabajo se analizó el hecho de la aparición y crecimiento de la cerveza artesanal como producto alimentario en La Plata, a partir de las construcciones que realizan los consumidores. Se indagó cómo estos entienden este fenómeno, respecto a características específicas tanto de la calidad y pertenencia cultural al territorio, y si se lo puede considerar o no como una moda.
Se empleó el enfoque de los Sistemas Agroalimentarios Localizados (SIAL), que aborda el consumo y la calidad de origen de los alimentos locales, mediante una perspectiva constructivista, integral y dinámica articulando características objetivista y subjetivista de los alimentos.
Se realizó una encuesta en el año 2019, en forma “on line” a 139 consumidores de cerveza; de 18 a 61 años; El 85% consumen cerveza artesanal e industrial; con respecto a lo artesanal, local, calidad, y características organolépticas, de la cerveza artesanal, el 78,4% refieren al origen y producción local, el 0,8% lo relaciono con la moda, el 26,7% por gusto y aroma, un 25% por calidad, el 24,2% por fiestas típicas y eventos, 22,5% la asocia con la música y arte urbano, un 20,8% destacan la variabilidad de estilos, 7,5% al precio.
La Plata se transformó en un polo cervecero, y los consumidores destacan la cerveza artesanal por su sabor, calidad y variedad, aunque no la distinguen con características particulares platenses. Además, la prefieren porque es un producto local, y no como una moda. No le añaden alguna característica específica a la calidad. Es decir, la cerveza, se consume por ser artesanal, consideraciones a las que se debe apelar para darle más valorización a la cerveza artesanal Platense.