Ante la presencia gremial de “grupos no convencionales”, diversas publicaciones emitidas desde un amplio arco que va desde la Liga Patriótica Argentina al Partido Socialista comenzaron a tomar en cuenta esta “nueva clase” y hablaron de la diferenciación del empleado con el obrero o de la frontera entre el trabajador manual y el intelectual. Nos proponemos explorar dicha frontera (¿infranqueable?) y conocer sus bordes a partir del análisis de dos conflictos: por un lado, la huelga de telegrafistas y empleados postales en septiembre de 1918 y, por otro, la encabezada por obreros, periodistas y administrativos del diario La Prensa en abril de 1919. Nuestro objetivo es comprender las nociones de clase que circulaban dentro y fuera de las fracciones en conflicto, observar qué valores o actitudes inherentes a una posición social distinta a la de los obreros se podían encontrar en periódicos y revistas de la década del veinte y, principalmente, se ponían en juego en situaciones de demanda.