El ideal de cuerpo femenino fue mutando en el tiempo. Se pone en discusión la hegemonía de la belleza y se instala el ideal de un cuerpo sano. Se comienza a tener en cuenta la salud y el bienestar espiritual, y toma fuerza la relación cuerpo sano-cuerpo activo. Así como antes prevalecía la imagen de las modelos, luego de las deportistas, hoy en día lo ideal y hegemónico es lo que muestran los “fitfluencers” o “healthfluencers”, que a través de las redes sociales, en especial Instagram, muestran sus estilos de vida sanos y activos. Porque ya no importa (sólo) cómo se modela el cuerpo sino cómo se mantiene y se logra un estilo de vida sana. Con intención o no, les influencers reproducen y performan modos de gestionar, fortalecer, optimizar, y embellecer el cuerpo. Allí caben muchas actividades: cocinar, hacer actividad física, yoga, meditar, estudiar, entre otras.
Hoy nos encontramos ante una situación particular, el contexto mundial de pandemia y cuarentena nos hace repensar y reconfigurar nuestras actividades diarias. ¿Es posible mantenerse en forma dentro de las paredes del hogar? Resulta importante pensar esta cuestión poniéndola en tensión con los roles socialmente establecidos para la mujer dentro de la casa: los quehaceres domésticos y el cuidado del grupo familiar.
Les Influencers ofrecen actividades diarias para hacer junto con sus seguidores, con el objetivo de mantenerse sanos-activos durante la cuarentena. ¿Sí lo sano es mantenerse activo, el ocio y el descanso es enfermarse? El objetivo de este trabajo es analizar las representaciones que se construyen de los cuerpos sanos en Instagram, a partir de las diferentes actividades que se plantean durante la cuarentena obligatoria. Para esto, vamos a observar y a realizar las actividades propuestas por algunos “fitfluencers” o “healthfluencers, que tengan el objetivo de mantenerse activos para cuidar la salud durante el aislamiento.