El objetivo de este trabajo es analizar las características que asumió la dinámica eclesial posterior al Concilio Vaticano II en la Iglesia y el catolicismo argentinos, a través de lo que constituyó uno de sus síntomas más notables: la virulencia de los conflictos intraeclesiáticos acaecidos durante los años 1964 y 1969. Nos referimos a las disputas que enfrentaron a los obispos más reacios a seguir las directivas pontificias de aggionamento y la emergencia de un clero rebelde y de un laicado pretencioso de autonomizarse, cada vez más, de las esferas institucionales. Los laicos convergieron, en muchos casos, con aquellos presbíteros más proclives al ejercicio de prácticas pastorales e iniciativas en clave de renovación eclesial. Identificaremos y describiremos los conflictos más significativos del período consignado, deteniéndonos particularmente, en los casos de las arquidiócesis de Córdoba (1964 / 1966) y el de Mendoza (el “movimiento de los 27”: 1965/ 1966).
Nos interesa especialmente señalar los rasgos que asumió la “crisis de autoridad” en la Iglesia católica argentina a partir de las modalidades que adquirieron las reivindicaciones del clero: incidencia del factor generacional; renovación de los ámbitos de formación y de sociabilidad; reuniones del clero y vínculos con las asociaciones laicas. Asimismo, procuraremos reconstruir el cuadro eclesial en el que se venía desenvolviendo el trabajo pastoral, social y político de las principales agrupaciones laicas.