Nos proponemos realizar un análisis de la alimentación desde la perspectiva cultural a partir del material producido en proyectos de extensión universitaria, en dos espacios diferentes: 1- Escuelas primarias de adulta/os y en los antiguos Centros de Alfabetización de Adulto, en Bahía Blanca (1995-2013) 2- Centro de Educación de Adultos CEA 706/02 de Hilario Ascasubi (Partido de Villarino), (2015-2017). En ambos lugares se trabajó en talleres para propiciar la lecto-escritura a partir del intercambio oral y de la producción de textos escritos. Con los textos escritos se hicieron cuadernillos con el resultado de lo dialogado y elaborado, uno de los temas que más convocaba era el de las comidas.
En las instituciones educativas bahienses trabajamos básicamente con migrantes llegadas/os desde Chile y desde las provincias patagónicas, muchas/os de ellas/os - de ambos lados de la Cordillera- se sentían mapuches, en este caso las comidas fueron un nexo entre las/os mapuches y los chilenas/os; todo el grupo compartía un universo culinario que tenía su máximo punto de unión en la manera de procesar el trigo, en especial en forma de ñaco o harina tostada. Contrastamos la valoración positiva del consumo de este alimento por sobre la estigmatización que han sufrido esta/os migrantes, a las/os que se llamaba “chilenos come ñaco”; en cambio nunca se asoció a las/os mapuches con este alimento.
En la escuela de Hilario Ascasubi trabajamos principalmente con migrantes llegadas/os desde Bolivia, para trabajar en la horticultura y la producción cebollera.
Se reflexionó sobre los saberes y las prácticas alimentarias de las y los participantes de los talleres, se profundizó en la construcción sociocultural de los alimentos y la comensalidad andina en Bolivia y las resignificaciones y recreaciones en el contexto migratorio local. Se indagó en los alimentos que se consideran saludables como parte del autocuidado y favorables para la fortaleza corporal, la valoración de los cultivos sin agroquímicos, la preparación de platos típicos y las formas de ofrecerlos en ciertas festividades como la virgen de Urkupiña.
En ambos casos las comidas dicen mucho sobre las cuestiones identitarias y simbólicas y en algunos casos encontramos que hay estrategias alimentarias compartidas.