Esta ponencia está basada en un capítulo de mi tesis de doctorado, en el que analizo la política pública socio-laboral compuesta por la promulgación de la Ley 26844/2013 o Régimen especial de contrato de trabajo para el personal de casas particulares, acompañada por otras intervenciones estatales entre las que se destacan los incentivos para aumentar la registración laboral así como los convenios desarrollados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social relacionadas a la capacitación laboral.
En el sector del trabajo en casas particulares la desigualdad parece reforzarse en un juego dialéctico entre la explotación y el desprecio; por esto, reflexiono en la ponencia sobre la necesidad de construir una política pública integral para luchar contra estas injusticias: no solo apuntar a las condiciones de vida, de trabajo y de explotación; sino también incluir, en el análisis y en las reparaciones, los aspectos existenciales de libertad, autonomía, dignidad y respeto.
Planteo que lo hecho resulta insuficiente porque la promulgación de la Ley no fue acompañada por transformaciones en los sentidos sociales, me refiero a las ideas que se sostienen sobre los lugares ocupados; muchas veces pensados como naturales; los roles desempeñados; asociados a presuntos merecimientos; las valoraciones y jerarquizaciones que se construyen alrededor de las condiciones de vida de las personas, que tienden a cristalizarse en la sociedad, sin dejar lugar para una verdadera inclusión de los sectores empobrecidos. Por eso, propongo reflexionar sobre la falta de una política cultural que permita “reinventar los vínculos entre las personas”, al decir Víctor Vich, para acompañar, reforzar y sostener estos procesos.