La licenciatura en Arqueología es una carrera iniciada en el 2018 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo y cuya trayectoria universitaria data de 1939. En este contexto, dicha carrera en su plan de estudios se propone la realización de las Prácticas Socioeducativas (PSE), las cuales se acoplan a una política que atañe a toda la universidad. En el caso particular de dicha carrera, las PSE se integraron a la cátedra de Antropología socio-cultural, la cual tenía a la etnografía, las problemáticas en torno a las identidades, a los reconocimientos étnicos actuales y a los procesos de patrimonialización como parte de sus principales contenidos. Desde esta cátedra, las PSE se proyectan realizarse en un espacio rural altamente amenazado ya que desde la década de 1990 atraviesa un proceso de transformación socio-económica y espacial ligada a la macro economía extractivista cuyas lógicas modifican abrupta y violentamente la tenencia de la tierra, los formas de riego, de producción y comercio así como las formas en que los pobladores se relacionan con su propio entorno. Para contrarrestar estos procesos adversos a la producción a pequeña y mediana escala, pequeños productores rurales con y sin tenencia de la tierra y del agua elaboran distintas estrategias colaborativas de producción y comercialización.
A partir del análisis de esta primera experiencia de PSE que se viene desarrollando desde inicios del 2020 en el marco de la novel carrera de Arqueología de una institución de vasta trayectoria, exponemos los principales desafíos que el caso particular representa. Especialmente analizamos cómo las problemáticas socio-culturales y económicas que del caso se desprenden y las prácticas generadas en él, interpelan a la Arqueología y la Antropología socio-cultural e incluso a la propia institución.