Como parte de nuestra investigación sobre la inserción de los jesuitas en La Rioja colonial se estudió el proceso de administración y reabsorción de sus bienes en la sociedad local luego de la expulsión, a través de la gestión de la Junta Municipal de Temporalidades. La consideración del patrimonio jesuita a partir del estado del mismo bajo la administración de Temporalidades generó la imagen de pobreza del Colegio de La Rioja; alimentada por el propio discurso de los miembros de la Junta local. Además, esta idea resultaba coherente ya que estaba en concordancia con la situación de marginalidad económica y social de La Rioja colonial, la escasez de documentación sobre la presencia jesuita en la jurisdicción y la ausencia de investigaciones exhaustivas sobre el tema. Sin embargo, en investigaciones precedentes demostramos que el patrimonio del Colegio de La Rioja había disminuido para el año 1767; en virtud de que los padres jesuitas habían vendido, intercambiado y concedido bienes luego de litigios con encomenderos y con el Cabildo de la ciudad, durante el siglo y medio de su instalación en la jurisdicción (Quarleri 1999a y b). Además observamos, a partir de la comparación con el patrimonio de Temporalidades de otras jurisdicciones, como las de Salta, Catamarca y Jujuy, que el del Colegio de La Rioja no era el "más pobre de la provincia", como habían afirmado funcionarios de la Junta Municipal