En 2001 se inició la construcción del parque escultórico Vía Christi en Junín de los Andes (provincia de Neuquén), localizado sobre en un pequeño cerro accesible desde el centro de la ciudad. La iniciativa formó parte de un proyecto mayor, fomentado por las autoridades locales y provinciales como estrategia de diferenciación del destino a través de la incorporación de actividades ligadas al turismo religioso. Para su conformación, se aprovechó como principal recurso la historia de los salesianos en la zona. En este marco, se incluyeron y resignificaron una serie de lugares ya existentes y personajes reconocidos -como Laura Vicuña o Ceferino Namuncurá-; y se crearon nuevos espacios como el Vía Christi. Este parque se presenta como atractivo turístico en el que se conjuga lo artístico con un contenido religioso heterodoxo, presentado desde una lectura que se presenta como “intercultural”, en un marco de contacto con la naturaleza. De este modo, impulsado por la diversificación del turismo mediante la incorporación de alternativas vinculadas a nuevas formas de experiencias significativas o memorables, en Junín de los Andes ha avanzado una tendencia a la patrimonialización centrada en una particular forma de valorizar la cultura local. El objetivo de este trabajo es analizar cómo, a partir de procesos de valorización turística, se promovió la creación de un parque como parte de un proceso de patrimonialización más amplio en el que se construye una versión específica de la historia y cultura juninenses. Se identifican algunos ejes de valorización y de elaboración de discursos patrimoniales, así como algunas tensiones que emergen entre diferentes actores involucrados en dicho proceso.