Esta presentación analiza las proyecciones prácticas y simbólicas que tuvieron dos acontecimientos que compartieron escenario, la ciudad de Rosario, y el hecho de no haber tenido precedentes nacionales: la huelga general de 1896 y la muerte de un huelguista a manos de la policía, en octubre de 1901.
De las proyecciones, mayormente locales, de la huelga grande de 1896 da cuenta su sensible impacto social, político e institucional. De las ideológicas, Los trabajadores en la Argentina, obra fundacional de Adrián Patroni que, al atribuir el fracaso del conflicto gremial de origen al carácter generalizado de la huelga rosarina, pone en locución los términos de la ríspida controversia sobre los medios que mantendrán las organizaciones obreras en los años venideros. Las proyecciones de la caída del primer mártir obrero fueron, ante todo, simbólicas. El antagonismo social adquirió carnadura dramática y se delinearon, en el plano de las tradiciones, los primeros trazos de una perdurable ritualidad de la muerte.