En este trabajo me interesa recuperar algunos recorridos que realizan estudiantes de una escuela secundaria pública de la zona norte de la ciudad de Córdoba para dar cuenta de los modos con los que éstas se apropian de la norma escolar, precisamente en momentos donde se les presenta la necesidad, deber y/o inmediatez de resolver conflictos con otras estudiantes.
Los modos que presentan estas estudiantes ante la resolución de conflictos en la escuela, me permite pensar su relación con las normas escolares en términos de “apropiación”. Mirar esta cuestión a través de sus prácticas, tales como bolacear, hacerse cagar, saltar por otras, da cuenta de sentidos que emergen a partir de la resolución de un conflicto en la escuela, y que en algunas ocasiones se corren de las formas y prácticas esperadas -que generalmente se encuentran ancladas en acuerdos de convivencia (pacíficos)-, por lxs adultxs de la institución. En este sentido, las prácticas de las estudiantes dan cuenta de la complejidad que implica apropiarse de una norma, que tantas veces son presentadas en documentos y acuerdos de convivencia escolar, de modo lineal.
El enfoque etnográfico con el que se ha planteado este trabajo posibilita recuperar los haceres que las chicas traen, sus emociones ante situaciones conflictivas, los sentidos que le dan a ciertas prácticas; para revisitar las apropiaciones de una norma escolar ante situaciones que implican un problema entre estudiantes, y entre estudiantes y docentes.
Dar cuenta de lo que implica hacer propia una norma escolar, a través de las prácticas e interpretaciones de las estudiantes, tiene la intención de brindar aportes que permitan discutir sobre procesos de socialización escolar.