El proceso de implementación de los juicios por jurados en varias provincias de la Argentina a partir del año 2015 ha actualizado un debate que involucra tanto las perspectivas expertas como el debate público. Dicho debate gira en torno a diferentes cuestiones referidas a este sistema de juzgamiento, de las cuales vamos a tomar aquí dos que a menudo aparecen articuladas entre sí. La primera se focaliza en los resultados de los juicios por jurados, y centra su atención en la mayor o menor cantidad de condenas resultantes de estos juicios, tanto en términos absolutos como en comparación con los juicios orales llevados a cabo por jueces profesionales, y tratando de establecer si los jurados son más o menos rígidos que los jueces a la hora de tomar la decisión de condenar a lxs acusadxs de los delitos juzgados. La segunda se centra en un debate más sociológico acerca de la capacidad de las sociedades en general y de la nuestra en particular para participar en la toma de decisiones sobre cuestiones penales a través de este tipo de mecanismos. Con frecuencia, estos dos ejes aparecen articulados en una visión particular, proclive a asociar un supuesto mayor punitivismo de los jurados con la falta de preparación de la sociedad para tal función. A partir de la identificación de los principales argumentos esgrimidos por lxs participantes en este debate, en este trabajo vamos a intentar un análisis orientado a ponerlos en discusión a partir de una serie de datos empíricos que hemos relevado en nuestro trabajo de campo etnográfico, y que aportan información específica sobre todos los elementos burocráticos involucrados.