El presente trabajo se propone examinar, dentro del amplio campo de las constelaciones clínicas neuróticas, una variante problemática: la neurosis obsesiva en la infancia. Cuando en 1909 Freud incorpora la fobia de Juanito al grupo de las psiconeurosis, la histeria de angustia se convierte en la neurosis de la época infantil por excelencia, dejando en las sombras a otras presentaciones de los primeros años de la vida. Por entonces, este paso significó la aplicación del esquema del síntoma en dos tiempos –magníficamente planteado para la histeria en la adultez–, a la zoofobia de un niño de cuatro años y medio. No obstante, dicha extensión del après-coup a los síntomas de la infancia, cuando aún no se ha producido el segundo empuje pulsional, acarrea dificultades para pensar su función, que afectan al conjunto de las tempranas exteriorizaciones neuróticas.