De los experimentos hechos en diferentes puntos de Estados Unidos —dice una revista agrícola norteamericana— resulta que no está plenamente probado que la época en que se corte la alfalfa tenga una importancia considerable en el valor nutritivo de este forraje; pero, en cambio se ha demostrado, que la cantidad producida disminuye precisamente antes del florecimiento hasta que la planta ha semillado del todo, y que la primera y segunda cosecha del forraje son más ricas en proteina que las cosechas siguientes.