Si nos detenemos a observar las aplicaciones industriales y el consumo como materia alimenticia que tienen sebos y grasas respectivamente, se verá sin esfuerzo la importancia que tiene un método analítico capaz de establecer la clasificación racional de unos y otras. No está averiguado que los sebos como fraude de las grasas alimenticias sean perjudiciales en la extensión de la palabra, para poderlos rechazar en absoluto; pero es un hecho que el calor del estómago no es suficiente para mantenerlo en estado de fusión, puesto que el ácido esteárico funde a 701 y los sebos que contienen gran cantidad de él como ser el de carnero, necesitan aproximadamente 50° para poder ser saponificados en el tubo gastro intestinal. (Párrafo extraído del texto a modo de resumen)