A la hora de planificar una clase gamificada, podemos recurrir a diversas estrategias que pueden ser utilizadas de manera aislada o en conjunto con otras. Entre ellas podemos mencionar: la presencia de metas y objetivos, la narrativa, el otorgamiento de recompensas, la retroalimentación, el estatus visible, las reglas, la restricción de tiempo, los indicadores de progreso y el factor sorpresa, entre otros.
Las nuevas tecnologías son excelentes aliados a la hora de poner en práctica estas estrategias. Existe actualmente una amplia gama de aplicaciones a las que podemos recurrir para utilizar distintos ingredientes puntuales propios de los juegos en las clases.