Encaramos el tema en dos partes. La primera se propone algo así como un retrato del movimiento estudiantil actual en nuestro país, particularmente en sus actitudes hacia el sistema educativo. La segunda intenta llegar algo más a fondo en uno de los aspectos del movimiento: el cuestionamiento ideológico. Ambos puntos son ciertamente de difícil tratamiento, no solamente porque carecemos de base en suficiente material informativo o en análisis de calidad, sino también porque se trata de hechos que están conmoviendo la vida universitaria en el momento presente, de modo que son dudosas las garantías de objetividad posible. Se trata realmente de un tema crítico. Tenemos alguna posibilidad de evadirnos elegantemente apelando a viejas categorías de la psicología del adolescente, hablando de las generaciones o ubicando el tema en un plano universal, lo que nos permitiría recurrir al mayo francés o el fenómeno “hippy” sin mayores compromisos.