El estudio, desde el punto de vista químico-biológico, de mezclas complejas de aminoácidos, ya producto de hidrólisis de una proteína, ya líquidos biológicos como orina, plasma y sueros sanguíneos, etc., necesita de métodos de separación que permitan identificar un gran número de aminoácidos presentes. Si, además, ese método provee de un medio de estimación de las cantidades respectivas de esos componentes, los resultados y conclusiones obtenibles pueden mostrar mejor aun relaciones existentes en lo que se refiere a composición, degradación, fenómenos metabólicos, etc. Es recién en los últimos años que los intentos de separación y estimación de estas mezclas complejas han llegado a un desarrollo que aunque ya ha dado resultados valiosos, parece prometerlos aún mejores. Nos referimos a las muy variadas técnicas cromatográficas y electroforéticas que, si bien creadas antes, recién desde 15 años atrás han sido objeto de estudio y práctica intensivos. Compartiendo características de las dos técnicas mencionadas recién, la electroforesis en papel puede considerarse como una simplificación de la llanada electroforesis de limite móvil, con algunas ventajas (aunque también tiene desventajas, como veremos después) tales como la obtención de zonas completamente separadas, el poder trabajar en una escala microquímica y con bajas concentraciones y la simplicidad y economía del aparato necesario.