Si tratamos de ponernos en lugar de los ingresantes, son muchas las facetas que componen su presente en los primeros días en la universidad. Al acercarse a las clases de Cálculo I, la primera asignatura de matemáticas de la carrera de Ingeniería Química de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rio Cuarto (FI-UNRC), se encuentran con clases teóricas, guías de resolución de problemas, consignas que les plantean nuevas demandas cognitivas, la exigencia de leer, escribir y hablar con el lenguaje de la disciplina, esquemas de evaluación más dinámicos, material bibliográfico poco comprensible,… Han iniciado el complejo proceso de ingreso a una nueva cultura, con los consecuentes problemas de afiliación institucional y académica.
¿Cómo podemos los docentes facilitar esta afiliación? ¿Cómo podemos acercarnos a la realidad de nuestros estudiantes, conocer sus necesidades cognitivas, y encontrar formas de comunicación que nos permitan ayudarlos? Esta propuesta considera esas inquietudes. Para ello nos proponemos potenciar un recurso clave en el acceso y la construcción de conocimiento: la pregunta. También, nos proponemos reestructurar el dictado de clases utilizando las tecnologías de la información y la comunicación, herramientas y entornos habituales de la cultura de los jóvenes. Tal reestructuración se basa y tiene en cuenta el concepto de aula ampliada o extendida, que permite potenciar y dinamizar las propuestas iniciadas en el espacio presencial y continuar los intercambios en el espacio virtual, ya sea generando debates grupales, foros de consultas o actividades, entre otras alternativas que pueden acercar al estudiante a más de una forma de acceder al conocimiento.
En este sentido, la propuesta intenta aprovechar lo mejor de ambos mundos: la clase presencial, que nos permite vincularnos con los estudiantes en un lugar de trabajo común, donde la comunicación es integral; y los canales tecnológicos, que nos permiten comunicaciones dinámicas y la posibilidad de acceso a materiales multimedia de orígenes diversos, manteniendo la estructura de las clases presenciales, aunque con menor carga horaria y las herramientas que aportan las nuevas tecnologías informáticas, que se encuentran vinculadas a la realidad del estudiante.