En el caso de estudio que se aborda en este trabajo, las trágicas inundaciones por lluvia que se produjeron en la ciudad de La Plata el 2 de abril de 2013, la fotografía comenzó a cumplir un rol importantísimo entre los sectores más vulnerables en los días posteriores a las mismas, como prueba eficiente de la situación urbana de riesgo en relación al agua. Fue así como colectivos sociales y vecinos, salieron a reclamar a los organismos de gestión y a la sociedad misma, captura en mano, y la imagen fotográfica autogestionada constituyó un aporte fundamental, en el proceso de construcción de resiliencia.