El presente trabajo presenta los avances de la investigación denominada “Ciudad real, ciudad posible” desarrollada a partir del Programa de Pasantías otorgadas por la FAU-UNLP. La misma se enmarca en el proyecto “Procesos de expansión urbana metropolitana en el siglo XXI. Políticas Territoriales, Modos de Producción de Suelo, y Transformaciones Socio espaciales en el Área Sur de la RMBA, el cual tiene como sede el Centro de Investigaciones Urbanas y Territoriales, FAU-UNLP.
En el marco de estos proyectos, se ha trabajado sobre conceptos básicos de la planificación urbano-territorial, como la ciudad y los procesos que inciden en su conformación. Desde estos abordajes la ciudad se define como una construcción social, compleja y cambiante, es decir, el espacio en el que una sociedad organiza, configura e involucra múltiples dimensiones y procesos en interacción (López, 2013; Blanco y Gurevich, 2002; Borja, 2003) En este sentido, la ciudad constituye un auténtico acontecimiento (Cullen, 1974) y se considera de suma importancia tanto poder comprender las dinámicas que en ellas operan como los actores sociales (Blanco y Gurevich, 2002) que intervienen es su configuración.
Las normativas urbano-territoriales son herramientas clave para definir qué ciudad queremos tener. Es por medio de las ordenanzas que se regula la forma de la ciudad.
En ellas están definidas las actividades que es posible realizar y los indicadores que dan las pautas de la morfología que se pretende consolidar. Esta herramienta además nos permite hacer una interpretación del contexto actual. Se puede decir que en consecuencia, es una herramienta de diseño con repercusiones (positivas o negativas) en la configuración de la ciudad.
En este contexto, la forma urbana del partido de La Plata es la consecuencia de sucesivos modelos que cambiaron sin consolidarse en el tiempo. Es decir, que lo que hoy transitamos como espacio urbano es el resultado de la sumatoria de diferentes ordenanzas de distintos tiempos y con distintos objetivos.